Carlos “La Mona” Jiménez sorprendió en su paso por “Otro día perdido” al relatar uno de los episodios más duros de su vida, ocurrido antes de alcanzar la fama. El ícono del cuarteto recordó cómo un incidente en la cancha de Belgrano lo dejó en coma durante cinco meses. Aquella tarde, mientras disfrutaba de un partido, se desató una pelea entre hinchas y vendedores ambulantes. “La hinchada de Belgrano y los vendedores de gaseosa se agarraron a piñas. Yo me subo para ver y me pegan un botellazo fuertísimo, rodé por la tribuna y chau”, relató ante la atenta escucha de Mario Pergolini.
Pese al golpe, logró conducir hasta el departamento donde vivía en ese momento y se recostó a descansar, sin imaginar que despertaría medio año después. “En el lugar del golpe no salió sangre. La lesión era interior. Estuve cinco meses en coma, no sabía si vivía o moría”, contó. La lesión afectó gravemente su sistema nervioso: “Me habían cortado el nervio de coordinación”, recordó. En ese contexto, la rápida decisión del joven neurólogo Juan Carlos Carranza fue decisiva para salvarle la vida, advirtiendo que debía ser operado de urgencia para evitar daños irreversibles.
La recuperación no fue inmediata. Jiménez describió su despertar como un momento casi milagroso: “Un día me desperté haciendo lo que podía, bajé de la cama y pensé: milagro, milagro, me desperté”. Sin embargo, su cuerpo no respondía como antes. “Lo primero que hice fue bajarme los pantalones y defecar en la habitación porque no coordinaba el cuerpo. Los médicos me dijeron que fue un milagro”, confesó.
Las secuelas del accidente lo obligaron a pasar un año entero en rehabilitación, aprendiendo nuevamente a caminar, hablar y realizar tareas básicas. “Comía como podía, quería entrar al baño y pegaba con la pared, hasta que se fue acomodando mi cabeza”, recordó el artista, quien logró superar ese duro capítulo y seguir adelante con su carrera.
