El abogado Fernando Burlando reveló las últimas pericias sobre la muerte de Silvina Luna, arrojando luz sobre las causas que podrían complicar al cirujano Aníbal Lotocki, quien había intervenido a la artista. Según el letrado, la investigación determinó que la causa del fallecimiento fue un tromboembolismo pulmonar derivado de una sepsis originada en una enfermedad granulomatosa gigantocelular a cuerpo extraño. Estas pruebas permiten comprender de manera más precisa los factores que llevaron al trágico desenlace de la actriz.
Burlando afirmó que el informe pericial le brinda tranquilidad, aunque recordó que esta información no estaba disponible durante el juicio. “Esta diligencia que realizó el cuerpo médico forense me da muchísima tranquilidad, porque obviamente no contábamos con esta información en el juicio, pero la Justicia no se corrió ni un centímetro de su camino, si fue muy lenta”, señaló al aire de El diario de Mariana.
En relación al material utilizado por Lotocki, el abogado destacó que el producto inyectado en el cuerpo de Silvina no era seguro y dificultaba su movilidad. “Yo entiendo que ustedes digan la cantidad no es importante, pero la cantidad que tenía Silvina le generaba impedimento para movilizarse, era infernal”, precisó, agregando que los análisis demostraron que el material aplicado era industrial y no el aprobado para uso médico.
El periodista Martín Candalaft aclaró que, aunque todas las lesiones graves provocadas por Lotocki contribuyeron a la muerte de Silvina Luna, el cirujano no puede ser investigado nuevamente por homicidio debido a que ya fue condenado por las lesiones graves. Esta situación mantiene en foco el debate sobre la responsabilidad profesional y la seguridad en procedimientos estéticos.
Finalmente, se detalló la cronología de las intervenciones: la primera cirugía fue el 3 de octubre de 2011, con lipoaspiración y aplicación de cien centímetros cúbicos de PMMA. Un mes después, Silvina solicitó mayor volumen, lo que llevó a Lotocki a realizar nuevas inyecciones con microcánulas, incrementando los volúmenes en glúteos y muslos. Estos datos aportan claridad sobre el contexto médico que precedió al fallecimiento de la actriz.