Un periodista sorprendió a Gabriela Sabatini andando en bicicleta por las calles de Palermo y le preguntó por el embarazo de su sobrina Oriana, con quien mantiene una relación distanciada desde hace tiempo, al igual que con el resto de su familia. La respuesta de la extenista fue cortante y sorprendente, dejando entrever que el distanciamiento familiar sigue siendo un tema delicado para ella.
La relación entre Gabriela Sabatini y su hermano Ova está rota desde hace años, a raíz de la muerte de su madre, Beatriz. A partir de ese trágico evento, las tensiones entre los hermanos se hicieron evidentes y, aunque no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que sucedió, se especula que hubo diferencias irreconciliables. Sin embargo, las cosas empeoraron cuando Oriana, hija de Ova, anunció su casamiento con el futbolista Paulo Dybala y la extenista no asistió a la boda. Este hecho provocó un doloroso quiebre en su relación con su sobrina, quien desde entonces se distanció por completo de ella.
En una reciente entrevista, la actriz y cantante Cathy Fulop, cuñada de Gabriela, explicó que hay aspectos de la historia familiar que ni siquiera ellos entienden. En el programa Infama, Cathy confesó que no sabía que su cuñada se encontraba en Buenos Aires hasta que se lo mencionaron. Esto subraya lo profundo de la desconexión entre los miembros de la familia Sabatini y deja claro que la situación sigue siendo un tema complejo y sin resolución aparente.
El distanciamiento familiar se profundizó aún más cuando un periodista se cruzó con Gabriela mientras ella paseaba en bicicleta y aprovechó la ocasión para preguntarle sobre el embarazo de Oriana. A pesar de responder amablemente a todas las preguntas, Gabriela evitó referirse al tema y optó por una respuesta breve: «Te dejo, muchas gracias por todo». Con esa respuesta, terminó la conversación y se alejó en su bicicleta, evitando entrar en detalles sobre su sobrina o su embarazo.
Por su parte, Oriana había expresado en su momento que no había ningún problema entre ellas y que, de hecho, le había enviado la invitación a su boda. Sin embargo, la falta de presencia de Gabriela en uno de los momentos más importantes de su vida fue algo que la entristeció profundamente. A pesar de que Oriana afirmó que no obligaría a nadie a ser parte de su vida si no lo deseaba, el corte definitivo de la relación con su tía parece haber dejado cicatrices que, hasta el día de hoy, no se han sanado.

