A finales de los años noventa, el mundo del espectáculo y el del fútbol recibieron con sorpresa un romance que nadie imaginaba. Juan Sebastián “La Brujita” Verón, en pleno auge de su carrera internacional y Laura Franco, conocida popularmente como «Panam», una joven que comenzaba a destacarse en la televisión argentina, iniciaron una relación que generó una fuerte repercusión mediática.
El flechazo se dio cuando el futbolista jugaba en el club italiano Sampdoria, mientras Panam trabajaba como secretaria en el histórico programa «La noche del domingo» conducido por Gerardo Sofovich. Verón, atraído por la frescura y simpatía de la joven, insistió varias veces hasta que logró concretar una cita. Desde ese momento, la pareja se mostró inseparable en los primeros meses, compartiendo con la prensa los sueños y proyectos que tenían en común.
En 1997, en diálogo con la revista Pronto, Panam llegó a confesar que esperaba que la relación “fuera para siempre” y que, pese a la distancia, creía en un futuro juntos. Por entonces, los viajes entre Italia y Argentina se volvieron rutina: él, entregado a los compromisos del fútbol europeo; ella, afianzándose en la pantalla chica. La geografía jugaba en contra, pero ambos intentaron sostener el vínculo con optimismo y planes a largo plazo.
Sin embargo, el tiempo y las exigencias profesionales hicieron lo suyo. Según relató Para Ti, la pareja no pudo resistir el desgaste que generaba la distancia. Verón recibió nuevas ofertas en Italia y Panam siguió su camino profesional. A los pocos meses, el noviazgo que había despertado tanto interés entre fanáticos del deporte y del espectáculo llegó a su fin.
El final no significó un escándalo, pero sí marcó un capítulo recordado en la cultura popular de aquellos años. Poco después, Verón retomó el contacto con María Florencia Vinaccia, su novia de la adolescencia, con quien se casó y formó una familia: Lara y Deian, sus dos hijos. Panam, por su parte, encontró estabilidad sentimental junto a Ricardo Pini, padre de sus tres hijos, mientras consolidaba una exitosa carrera como referente del público infantil.
El romance, breve pero intenso, todavía revive en las redes y en notas retro de los medios digitales. Las imágenes de la pareja —él, la promesa argentina que brillaba en Europa; ella, la figura emergente que conquistaba al público con su carisma— vuelven cada tanto a la memoria colectiva.
Con los años, cada uno siguió caminos distintos: Verón se convirtió en referente y dirigente de Estudiantes de La Plata, y en 2023 celebró su unión civil con Valentina Martín. Panam continúa vigente y querida por varias generaciones de chicos y padres.
Más de dos décadas después, su historia de amor sigue siendo uno de esos recuerdos que mezclan deporte y espectáculo, y que todavía despiertan nostalgia en quienes vivieron la explosión mediática de los 90’.
