A comienzos de los 2000, Juana Viale vivía un momento intenso en su vida personal: había iniciado una relación con el actor y galán chileno, Gonzalo Valenzuela. En 2008, la pareja dio la bienvenida a su hijo Silvestre, pero hacia fines de ese año comenzaron a circular rumores de separación, alimentados por versiones de infidelidad. La relación que parecía sólida empezaba a tambalear.
En mayo de 2009, Juana y Gonzalo confirmaron oficialmente su ruptura. Poco después, la atención de los medios se centró en la actriz, quien fue vista junto al extenista Gastón Gaudio, amigo cercano de Nacho Viale, hermano de Juana, ambos nietos de Mirtha Legrand. Las primeras imágenes de la pareja surgieron en una discoteca de Buenos Aires y rápidamente despertaron la curiosidad del público.

Juana y Gaudio compartieron varias salidas y reuniones privadas. Durante Semana Santa de ese año viajaron a Miami y fueron vistos en el hotel Fontainebleau. Testigos argentinos que coincidieron con ellos aseguraron que la relación ya era conocida dentro de su círculo íntimo. La familia de Juana aceptó el romance, pero pidió mantener la reserva para no generar conflictos relacionados con la tenencia de Silvestre.
De regreso en Buenos Aires, el vínculo continuó con encuentros en bares y departamentos de Barrio Norte, mientras Gonzalo Valenzuela se enfocaba en su rol de padre. La nietísima y Gaudio lograron mantener una relación discreta, apoyada por amigos en común. Los jóvenes realizaron un viaje a España: él participando en torneos de tenis y ella filmando Las viudas de los jueves en Alicante. Pese al interés mediático, la pareja logró mantenerse al margen.

Hacia septiembre de 2009 se conoció el final del romance. Juana retomó sus actividades profesionales y se abocó al cuidado de sus hijos, mientras Gaudio desapareció de la escena pública y los flashes.
Así, el romance entre Juana Viale y Gastón Gaudio quedó como un capítulo cargado de sorpresas en la historia del espectáculo argentino, marcado por el misterio y la intensidad.

