Filtración de escandalosos chats de índole sexual, fotos y algunos testimonios de identidad reservada, pero sobre todo las respuestas laxas de los protagonistas ante las consultas del periodismo, dejaron más certezas que dudas.
En 2018 Diego Brancatelli inauguraba «Merci» un restaurant ubicado en Ingeniero Maschwitz y sería este lugar, que ya cerró sus puertas, el eje en los inicios de la relación.
Testigos que prefieren mantenerse en el anonimato por temor a represalias, aseguran que Luciana y Diego se frecuentarían desde esa época donde el periodista incursionaba en el rubro gastronómico, que utilizaban una estrategia de cambio de autos en la colectora de la Panamerica altura Benavidez para confundir a algún paparazzi que pudiera seguirlos y que los encuentros por lo general eran en un hotel de la zona llamado «The Palms».