El conflicto judicial entre Luciana Salazar y Martín Redrado dio un giro importante tras el levantamiento de la suspensión en una causa por alimentos que llevaba más de 16 meses frenada. La mediática aseguró que la Cámara falló a su favor y que esto permitirá que el proceso avance nuevamente en el fuero civil. Según explicó, solo resta que el juez homologue los acuerdos ya firmados, algo que, en sus palabras, Redrado intentó dilatar durante más de un año.
Con respecto a la situación legal de su expareja, Salazar fue contundente: “Está embargado”. Además, cuestionó las estrategias judiciales del economista al considerar que busca obstaculizar el proceso con recursos legales: “Quedó constatado que el que miente es él”. La modelo también denunció estar atravesando un caso de violencia económica vicaria, lo que calificó como una forma de hostigamiento constante que se extiende en el tiempo.
El núcleo del conflicto se remonta a un acuerdo firmado por Redrado, en el que se comprometía a acompañar económicamente la crianza de Matilda, la hija de Salazar, hasta su mayoría de edad. Según la modelo, este compromiso se cumplió durante tres años, pero luego fue interrumpido de manera unilateral por el economista. “Él siempre quiso ser parte del proceso de maternidad, incluso participó en la clínica de fertilización en Estados Unidos”, recordó Salazar, destacando la responsabilidad que, a su entender, Redrado no está cumpliendo.
Por su parte, el expresidente del Banco Central negó las acusaciones y sostuvo que Salazar manipula la verdad. Sin embargo, la mediática asegura que la Justicia ya le dio la razón en instancias anteriores y que el embargo vigente confirma la solidez de su reclamo.